Las nuevas generaciones son, digámoslo ya, difíciles de sorprender. A sus tiernas edades ya han visto y probado cosas que sus padres (y no digamos abuelos) tardamos décadas en catar. El brunch dominguero, que es algo que han conocido desde la cuna, les gusta: de eso no hay duda. Pero hay que saber atinar: por eso aquí van tres opciones que creemos que les gustarán y sorprenderán. Y las tres al abrigo de hoteles: en ellos están pasando algunas de las experiencias más auténticas que se pueden vivir en Madrid ahora mismo.
Hotel Intercontinental
Clásico entre los clásicos. Acudir aquí con niños es exponerlos a una leyenda viva de Madrid. Lo que pasa cada domingo en el brunch del Intercontinental es una pasada. Abrumador en opciones, lo mejor de todo es que hay muchísima calidad en cada una de ellas.
Por supuesto, hay que empezar con el marisco. Bogavante y gambas llegan listos para comer a la mesa. Los arroces tienen un punto muy bueno (espectacular la paella de verduras). Para los que buscan algo más exótico, tiene todo el sentido dejarse caer por el corner peruano y disfrutar de un ceviche de lubina para chuparse los dedos. El cochinillo asado resulta tremebundo: la mano que tienen con este plato lo deja, si no a la altura del de Coque, bastante cerquita. A los postres, la fuente de chocolate y tartas finas de almendra y de manzana: imposible que los chavales no disfruten.
Hotel Intercontinental (Paseo de la Castellana, 49). Domingos, de 13.30 a 16 horas. Precio: 83 euros adultos/41,5 niños desde los 4 hasta 12 años.
SLVJ Velázquez
Lo que prepara SLVJ en su localización de Velázquez es una fiesta para toda la familia. Espectáculo de baile en vivo y directo, una sala especial para que los pequeños se maquillen o pinten (y de paso dejen a los adultos hablar de política, hipotecas o cualquier otra cosa), y una carta con sorpresas.
Hay muchísimo para elegir en este restaurante de inspiración japonesa pero con toques de autor. Creemos que no patinamos si recomendamos una comanda de sushi (el spicy salmón con sus toques crispy es perfecto), los sabrosos dumplings de bogavante o el ramen de ternera.
Pero, además, la experiencia en SLVJ es perfecta para animarles a que prueben la sensacional coliflor, que en manos del chef Fermín Azkue se convierte en un plato divertido, con toques ahumados y cremosos. Y si pedimos algo a la robata, la parrilla nipona, que sea la dorada, riquísima y que llega lista para ser devorada.
SLVJ Velázquez Madrid. Hotel BLESS (Velázquez, 62). Domingos, de 13.30 a 16.30. Precio medio: 60-80 euros.
Oroya
Dentro de ese parque temático gastronómico que es el hotel The Madrid EDITION, Oroya es una de las grandes atracciones. Ubicado en la cuarta planta y con una terraza con unas vistas privilegiadas, aquí se sirve cocina peruana con la firma del chef Diego Muñoz. La oferta de coctelería también es de primera división.
La aportación a los brunchs de Oroya tiene mucha personalidad y se sirve los sábados. Bajo el nombre de ‘Costa y Montaña’, la propuesta incluye entrantes para compartir como la causa de pollo, ocopa con queso frito, el ceviche clásico o choritos a la chalaca. Entre los platos principales, la picaña de Angus con sarza arequipeña de judías; seta anticuchera, parmentier y mostaza; chicharrones de panceta de cerdo o calamares con
chimichurri andino.
Para terminar, postres servidos al centro como el alfajor de guanábana, picarones tradicionales, frutas y sopa fría de chicha morada, así como el suspiro limeño en texturas. Una introducción a la cocina peruana, perfecta para que la chavalería se inicie en ella.
Oroya. Hotel The Madrid EDITION (Plaza de Celenque, 2). Sábados de 13 a 17 horas. Precio: 60 euros por persona.
Banda sonora. Junior Senior – Move your feet
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