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En la actualidad podemos encontrar ciertos productos que se presentan como sustitutos más saludables del azúcar. Es el caso de la sacarina o la stevia, dos de los más extendidos a los que, sin embargo, cabe prestar más atención. Especialmente después de conocer las últimas recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) al respecto de su consumo.

La sacarina es un edulcorante sintético utilizado en la industria alimentaria. La stevia es otro edulcorante que se obtiene de una planta, la Stevia rebaudiana. La última actualización de las directrices alimentarias sobre edulcorantes no azucaradas de la OMS no deja precisamente bien paradas ni a estas ni al resto de alternativas saludables del azúcar, especialmente en lo que se refiere al control de peso.

La institución es clara: desaconseja estos sucedáneos del azúcar para controlar el peso corporal tras revisar la evidencia científica reciente al determinar que no es posible atribuir ningún beneficio a largo plazo en la reducción de grasa corporal de adultos o niños al consumo de sacarina, stevia u otros productos como el acesulfamo-K, el aspartamo, el advantamo, los ciclamatos, el neotamo, la sucralosa o los derivados de la stevia.

5 razones por las que no tomar sacarina ni stevia

Sin embargo, no solo no sirven para controlar el peso ni para adelgazar, ya que sugiere que su consumo podría estar relacionado también con un mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares o mayores tasas de mortalidad en adultos, por no decir claramente que, a nivel nutricional, no aportan nada.

No sirven para adelgazar ni para controlar el peso

La última revisión de la OMS niega con rotundidad que la sacarina, la stevia o cualquier otro edulcorante no nutritivo sintético y natural o modificado que no esté clasificado como azúcares y se encuentre en alimentos y bebidas manufacturados (o que se vendan solos para que los consumidores los añadan a alimentos y bebidas) sirva para adelgazar o controlar el peso corporal. Puedes olvidar el faso mito porque no hay evidencias que apoyen esa idea. ¿Qué recomiendan? En palabras de Francesco Branca, Director de Nutrición e Inocuidad de los Alimentos de la OMS, consumir alimentos con azúcares naturales, como la fruta, o alimentos y bebidas no azucarados”. Tampoco sirven para reducir el riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles (ENT).

Provocan mayores riesgos de padecer diabetes

Otra de las conclusiones que se pueden obtener en esta nueva revisión de efectos de los edulcorantes es que podrían incrementar el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, lo que desde luego desaconseja más aun su consumo.

Incrementan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

Los últimos resultados científicos no parecen dejar muchas dudas al respecto: los edulcorantes están relacionados con un mayor riesgo de sufrir en enfermedades del sistema cardiovascular. Con ello nos referimos a dolencias como el exceso de colesterol, la hipertensión y en casos graves insuficiencias cardiacas o infartos.

Se asocian con mayores tasas de mortalidad

El consumo de estos edulcorantes también se asocia con una mayor tasa de mortalidad en personas adultas, por lo que la idea es clara: eliminar totalmente estos productos a de nuestra dieta y comenzar desde edad temprana a rechazar el sabor dulce para mejorar la salud a largo plazo.

No tienen valor nutricional alguno

Como Branca resalta en la publicación de estas nuevas recomendaciones, “los edulcorantes sin azúcar no son factores dietéticos esenciales y carecen de valor nutricional“, es decir, que no tienen ninguna razón de ser en una dieta sana y equilibrada”.