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Que las tartas de galletas son irresistibles es un hecho, ya seamos ciudadanos de a pie o la mismísima Reina Isabel II, una de las grandes figuras de la historia que tampoco pudo resistirse a sus encantos. Quizás ella se haya marchado para siempre, pero en su eterno recuerdo nos ha legado la tarta de galletas y chocolate. God Save the Queen.

Tampoco es que la haya inventado ella, ni siquiera Darren McGrady, quien fuera cocinero oficial de la reina durante 11 años (también de Lady Di) y el encargado de elaborarla para su golosa majestad: unos ingredientes tan simples y un paso a paso tan sencillo con toda probabilidad dieron origen a la receta mucho antes de que McGrady se encargase del apetito de la reina, lo que no quiere decir que su actual popularidad no se deba a la debilidad de doña Isabel por la tarta, el único dulce que no podía faltar a la hora del té.

Cómo hacer la tarta de galletas y chocolate de Isabel II

La receta parte de unas galletas María (aunque luego te contamos cuáles eran exactamente las galletas que le gustaban a la longeva reina). Se elabora una mezcla con chocolate fundido y se mete la mezcla en un molde. Después basta con un poco de frío y se añade una cobertura de más chocolate que podemos decorar de forma realmente atractiva aunque no tengamos manga pastelera con el truco que también nos ofrecen desde el canal de YouTube de Las Recetas de MJ, donde podemos ver el paso a paso de la receta al completo.

La receta es bastante sencilla y se parece mucho a la clásica tarta de la abuela a base de galletas y chocolate que puedes ver aquí. Si te das un vistazo por los comentarios verás que no faltan más ideas y propuestas como romper las galletas en trozos más pequeños, pulverizarlas o mojarlas previamente en café o licor. La verdad es que la receta se puede personalizar de muchas formas diferentes, pero hay que tener claro que si haces algún cambio ya no será la tarta favorita de Isabel II.

Receta de la tarta de galletas y chocolate

Ingredientes

225 g de galletas tipo María o Rich Tea
115 g de mantequilla a temperatura ambiente
115 g de azúcar
115 g de chocolate negro 70%
1 huevo tamaño L

Para la cobertura

300 g de chocolate negro 70%

Utensilios necesarios

Molde circular de 15 cm de diámetro

Paso a paso

Metemos un huevo en agua a 60 ºC durante 4 minutos. No pasar de 64 ºC para evitar que el huevo se coagule.
Troceamos con las manos 225 g de galletas María o Rich Tea en 4 o 6 trozos.
Fundimos 115 g de chocolate negro al 70% al baño maría o al microondas en intervalos de 30 segundos y removiendo antes de ponerlo 30 segundos más. Cuando casi todo esté derretido, removemos y terminamos de derretir con el calor residual, eso bajará la temperatura del chocolate. Reservamos.
Ponemos en un bol 115 g de mantequilla a temperatura ambiente y 115 g de azúcar. Bate bien para integrar ambos ingredientes.
Incorporamos el chocolate fundido previamente y mezclamos bien para integrarlo todo.
Incorporamos el huevo reservado y batimos para integrarlo también en la mezcla. Acabamos de integrar con ayuda de una espátula.
Vertemos esta mezcla de mantequilla, azúcar, chocolate y huevo sobre las galletas y removemos bien asegurando que todas las galletas quedan cubiertas de la mezcla.
Rociamos un molde de 15 cm de diámetro con espray desmoldante y cubrimos el fondo y las paredes con papel vegetal. Vertemos las galletas en el interior del molde repartiéndolas bien y tratando de evitar que queden huecos entre ellas. Reservamos en la nevera un mínimo de 3 horas.
Desmoldamos la tarta sobre una rejilla y retiramos el papel vegetal.
Derretimos 330 g de chocolate negro al 70% al microondas. Una vez derretido, cubrimos la tarta con el chocolate ayudándonos de una espátula. Si pones la rejilla sobre una bandeja podrás recoger el chocolate sobrante.
Cuando la tarta esté totalmente cubierta la reservamos 20 minutos en la nevera hasta que el chocolate se haya endurecido.
Utiliza el chocolate sobrante como decoración. Para endurecerlo, añade unas gotas de agua, poco a poco y con cuidado. Remueve bien hasta que veas que el chocolate al caer no se desdibuja, en ese momento está listo.
Ponemos el chocolate en una manga pastelera o si no tienes usa una bolsa: corta una punta de abajo y aprovéchala como manga pastelera para hacer diferentes dibujos y filigranas al gusto por toda la superficie.