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Si uno echa un ojo al recetario tradicional es muy probable que se encuentre de morros con esta fruta de sartén que refleja el encuentro de hasta tres culturas diferentes en nuestras tierras: la cristiana (que los ha hecho suyos en fechas relacionadas con la religión como la Navidad o la Semana Santa), la musulmana y la judía. Los pestiños son uno de los postres que hemos heredado y con muchos años de historia a sus espaldas y lo habitual es encontrarlos en fechas señaladas del año cuando todos nos damos licencia para engordar. Es el dulce por excelencia de la Navidad en Andalucía aunque se consume también en otros muchos puntos de España.

Los podemos tomar con azúcar o con miel y lo único que necesitaremos es un poco de paciencia para que la masa se asiente (tampoco mucha) y descubrir los dos o tres trucos que hay durante la elaboración para que adquieran su característico sabor anisado y su particular forma de paño doblado.

Cómo hacer los pestiños: ingredientes y trucos

Para elaborar los pestiños lo primero que haremos será aromatizar con limón un poco de aceite de oliva, uno de los ingredientes de la masa que elaboraremos a continuación. Quizás lo más relevante a la hora de planificar la elaboración de la receta sea tener en cuenta que la masa debe reposar al menos una hora.

Después solo tendremos que estirar la masa, cortarla y darle su característica forma, algo que como verás a continuación en la receta es realmente simple. El golpe de sartén y el toque final con azúcar o almíbar según gustos será todo lo que necesitas para tener estas delicias reposteras en casa listas para comer.

Marina Corma

Pestiños: la receta de la abuela y sus trucos

Ingredientes

65 g de aceite de oliva
Piel de 1 limón
1 cucharadita de anís o matalahúva
150 g de harina de fuerza
1 pizca de sal
65 g de vino blanco
Aceite para freír
50 g de azúcar blanco (opcional)
50 g de miel (opcional)
Agua (opcional)

Paso a paso

Pon un cazo con el aceite de oliva al fuego y cuando se empiece a calentar añade la piel de un limón y retira del fuego.
Añade una cucharadita de anís o matalahúva y deja que la mezcla se enfríe. Retira la piel del limón cuando la mezcla se enfríe.
Coloca en un bol los 150 g de harina. Añade una pizca de sal, 65 g de vino blanco y el aceite aromatizado antes. Mezcla todo bien hasta que se integren los ingredientes.
Deja reposar la masa durante 1 hora.
Pasado el tiempo, usa un rodillo para estirar la masa y dejarla lo más fina posible.
Corta cuadrados de unos 7-8 cm de lado. Aprovecha toda la masa sobrante repitiendo el estirado y corte. También se pueden cortar los pestiños en forma de rombos.
Para dar forma al pestiño se doblan dos esquinas opuestas hacia el interior: coge la esquina de uno de los cuadrados y llévala hasta el centro. Después repite la operación con la esquina opuesta, presionando ligeramente para sellar la masa.
Calienta el aceite y ve friendo los pestiños hasta conseguir el punto de dorado que deseas.
Retira los pestiños del aceite y colócalos sobre papel absorbente parta eliminar el exceso de aceite.
Rebózalos en azúcar o en un almíbar a base de miel y agua (calienta 50 g de miel con una cucharada de agua) y estarán listos para disfrutarlos.