Son algunas de las conclusiones que se extraen de dos recientes informes publicados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), Importaciones de vino en Japón. Año 2022 e Importaciones de vino en China. Año 2022, cuyos datos más destacados son:
Importaciones japonesas de vino
Japón importó un 8,9 % más de vino en 2022, hasta los 265,5 millones de litros, lo que supone el mejor dato de los últimos tres años, pese a la gran incertidumbre comercial y a la fuerte inflación que vivimos el pasado año. El gasto se disparó un 31 % hasta los 245.429 millones de yenes, récord histórico, ya que el precio medio fue el más elevado de la serie, con 924,27 yenes/litro (+20,4 %). Japón, mercado de precio elevado, se consolidó en 2022 como quinto importador mundial de vino en términos de valor y primero de Asia.
Todos los vinos subieron de precio de forma notable respecto a un 2021 en el que ya se encarecieron y, aun así, todos crecieron a buen ritmo en volumen y, por tanto, en valor. El vino envasado lideró las compras de forma destacada, seguido del espumoso, que gana cuota. El espumoso ha sido el vino que más ha crecido en Japón en lo que llevamos de siglo.
Los once primeros proveedores de vino a Japón, cuya suma supuso la práctica totalidad de las compras —el 99 %—, crecieron a un ritmo extraordinario en valor, a precios más alto salvo Chile y España, que lo mantuvieron estable. Alemania y Argentina fueron los únicos que cayeron en volumen. Francia domina las importaciones en valor con el 58 % del total, a años luz del resto, aunque Chile se distancia como primer proveedor en volumen. Japón realizó en 2022 sus mayores importaciones de vino español hasta la fecha, pese a que creció menos que la media respecto a 2021. España ha sido de los países que más ha crecido en los últimos veinte años en el mercado nipón: ha pasado de suponer el 5 % del total importado a principios de siglo, al 17,2 % en 2022.
Importaciones de vino en China
Por su parte, China redujo sus importaciones de vino en 2022 más del 20 % en volumen y del 10 % en valor en 2022, hasta los 337 millones de litros y los 9.693 millones de yuanes. Tras batir récords en 2017 y crecer a un ritmo verdaderamente espectacular hasta entonces, las importaciones chinas enlazaron tres años pésimos (2018-2020). En 2021 se frenó la caída en volumen, pese a la desaparición de los vinos australianos tras los aranceles, y se dio un atisbo de recuperación, aunque la gran incertidumbre comercial de 2022 ha provocado de nuevo una fuerte caída de las compras. Todos los vinos cayeron de forma notable respecto a 2021, siendo el granel el que menos lo hizo y el único que creció en valor.
En cuanto al precio, todos subieron bastante. El vino tranquilo envasado pierde cuota como primer vino adquirido, aunque su liderato es claro, con alrededor del 65 % del volumen y el 85 % del valor total. En lo que va de siglo, las importaciones chinas han pasado del granel a los envasados y espumosos.
Chile rompió con la caída global en 2022 y se consolidó como principal proveedor en volumen con el 40 % del total adquirido por China, seguido de lejos por Francia, que vendió su menor cantidad de vino desde 2010. Sin embargo, Francia juega en otra liga en valor (46 % del total), al registrar un precio medio muy superior al del vino chileno. España cayó más que la media, tras recuperar ventas en 2021, aunque repite como tercer proveedor en volumen, seguido de Italia. Sin embargo, un precio muy superior para Italia sitúa al país transalpino en el tercer puesto en valor. Desplome de las compras a Sudáfrica y a Argentina, mientras que Australia ha desparecido de un mercado que lideró hace apenas 2 años, debido a la subida de aranceles de hasta el 200 % impuesta por China a los vinos de este país, en vigor desde finales de 2020.
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