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Hay muchas recetas de torrijas. Para empezar, se pueden usar muchos tipos de pan como el específico para torrijas, de molde o brioche: cualquier pan duro con una buena miga. Después se pueden pasar por leche, vino, natillas… Podemos optar por una fritura en aceite o buscar alternativas como el horno y hasta la freidora de aire si nos ponemos originales. Para rematar podemos optar por decorar con azúcar y canela, miel, leche condensada, almíbar…

A pesar de su sencillez y de esta versatilidad, las torrijas son un postre delicioso y sobre todo fácil de preparar en casa como receta de aprovechamiento para dar vida a esos chuscos de pan muertos. La receta tradicional a base de pan duro, leche y huevo que se fríe en aceite (limpio por favor) y se espolvorea con azúcar no es la única que puedes preparar, ¡ni mucho menos! Te presentamos cinco versiones diferentes de torrijas, una de las joyas culinarias de la gastronomía española y un postre que no puede faltar en ninguna mesa durante la Semana Santa.

Torrijas de natillas, un 2×1 de pecado

¿Qué puede pasar si juntamos dos postres tan clásicos como las torrijas y las natillas? Las torrijas de natillas contienen lo mejor de ambos mundos y se convierten en una alternativa diferente a las clásicas torrijas mojadas en leche o con vino en esta Semana Santa que comienza. En esta receta lo único que se requiere es preparar antes unas buenas natillas caseras con una consistencia más líquida de lo normal que servirán para empapar las rebanadas de pan. El resultado como podrás imaginar es una torrija con un extra de jugosidad y de sabor. Consulta nuestra receta de las torrijas de natillas aquí.

Marina Corma

Torrijas en almíbar, jugosas y más ligeras

Un almíbar puede marcar la diferencia entre una torrija normal y una maravilla repostera como las torrijas en almíbar. El almíbar es una mezcla sobresaturada de agua y azúcar que se suele utilizar en el mundo de la repostería y que aquí usaremos con un toque aromático de naranja para dar el toque final a esta versión diferente pero igual de jugosa del postre, en lugar de pasarlas tras la fritura por azúcar y canela. Como de costumbre, usa pan duro para asegurarte que la miga absorba bien la leche, y aunque el grosor de las rebanadas va al gusto, por regla general si son gorditas mejor que mejor. Puedes ver aquí el paso a paso de la receta de torrijas en almíbar.

@elcocinerocasero

Torrijas con miel, el clásico resucitado

Servir las torrijas con miel es otra de las formas más habituales de disfrutar de esta fruta de sartén y es incluso una versión anterior en el tiempo a la que conocemos con azúcar y canela. Como ya imaginas lo que hacemos aquí es disfrutar sin remilgos de este ingrediente, mejor cuando están recién hechas y tienen todavía un punto de textura crujiente. La miel se mezcla con la leche para empapar las rebanadas de pan, cosa que no se hace habitualmente y queda espectacular, y son el aderezo final del postre. Hay quien no pone azúcar, canela, ambas cosas y hasta quien rebaja con agua la miel para aligerar un poco. La receta completa de las torrijas con miel tras este enlace.

Marina Corma

Torrijas de brioche, el postre más español a la francesa

Las torrijas de brioche se han popularizado bastante en los últimos tiempos. ¿Por qué? Pues porque el resultado final es simplemente maravilloso, a la vez que un chute de calorías. La miga interior del pan brioche funciona muy bien a la hora de preparar unas torrijas como estas que te ofrecemos aquí con el paso a paso. Incluso te invitamos a preparar tu propio pan brioche casero para lograr la matrícula de honor. En nuestra propuesta te sugerimos acompañarlas con una bola de helado, por sobrellevar mejor aquello de la vigilia y la penitencia. Consejo, realiza la fritura en tandas de no muchas torrijas para mantener la temperatura del aceite y lograr la fritura perfecta. Otros consejos en esta receta de torrijas de brioche que puedes ver aquí.

Marina Corma

Torrijas clásicas, las de “casi” toda la vida

“Las de siempre”. Lo cierto es que esta es la receta de torrijas clásicas que se ha impuesto en los recetarios mainstream del último siglo, relegando la versión con vino o con miel a un papel residual. Las torrijas de leche son fáciles de hacer, rápidas y sabrosas. Hoy cada vez menos asociadas con la Semana Santa, se pueden disfrutar en cualquier momento del año, con todo tipo de pan, leche infusionada con tus ingredientes favoritos y el toque de azúcar y canela final tras la fritura imprescindible. El acompañamiento en forma de helado o fruta lo dejamos a tu santo criterio. Eso sí, recién hechas están en su punto perfecto tal como podrás ver en el paso a paso de la receta de torrijas clásicas que encontrarás aquí.

Marina Corma